Introducción al contexto y estilo narrativo
Entre visillos es una obra emblemática de la literatura española del siglo XX, escrita por Carmen Martín Gaite y publicada en 1958. Galardonada con el Premio Nadal en 1957, la novela se enmarca dentro del realismo social, corriente literaria que buscaba reflejar las condiciones sociales y políticas de la época. Ambientada en una ciudad de provincias —identificada comúnmente con Salamanca, ciudad natal de la autora—, la narrativa se centra en la vida cotidiana de un grupo de jóvenes mujeres, explorando sus aspiraciones, limitaciones y el entorno opresivo en el que se desenvuelven.
El estilo narrativo de Martín Gaite se caracteriza por una prosa sencilla pero profunda, con diálogos naturales que revelan las tensiones internas de los personajes. La autora utiliza una estructura coral, alternando las voces de distintos personajes, lo que permite una visión multifacética de la sociedad de la época.
Trama principal y desarrollo
La historia se inicia con Natalia, una adolescente que escribe en su diario íntimo, expresando su descontento con la vida monótona y las expectativas sociales impuestas a las mujeres. Vive con su padre, su tía y sus hermanas mayores, Mercedes y Julia. Julia mantiene una relación a distancia con Miguel, un joven que reside en Madrid, lo que genera conflictos familiares debido a las estrictas normas sociales.
La llegada de Pablo Klein, un joven profesor de alemán que regresa a la ciudad para trabajar en el Instituto de Enseñanza Media, introduce una perspectiva externa que contrasta con la mentalidad conservadora del entorno. Pablo se convierte en un observador crítico de la sociedad provinciana y establece relaciones significativas con varios personajes, especialmente con Elvira, hija del fallecido director del instituto, y con la propia Natalia.
A lo largo de la novela, se desarrollan diversas subtramas que reflejan las inquietudes y deseos de las jóvenes protagonistas, quienes buscan escapar de las restricciones sociales y encontrar un sentido a sus vidas más allá del matrimonio y las convenciones establecidas.
Personajes principales
- Natalia (Tali): Adolescente introspectiva y reflexiva que representa la lucha interna entre el deseo de libertad y las expectativas sociales. Su relación con Pablo Klein la impulsa a cuestionar su entorno y considerar la posibilidad de continuar sus estudios superiores.
- Pablo Klein: Profesor de alemán que regresa a la ciudad tras varios años en el extranjero. Su visión crítica y su actitud abierta lo convierten en un catalizador de cambio para las jóvenes con las que interactúa.
- Elvira: Joven con inclinaciones artísticas que, a pesar de su atracción por Pablo, termina comprometiéndose con Emilio del Yerro, un futuro notario, reflejando la presión social para conformarse a las expectativas tradicionales.
- Julia: Hermana de Natalia, mantiene una relación conflictiva con su familia debido a su noviazgo con Miguel y su deseo de trasladarse a Madrid, lo que simboliza la búsqueda de independencia.
- Mercedes: Hermana mayor de Natalia, representa la figura femenina conformista que acepta las normas sociales sin cuestionarlas.
- Gertru: Amiga de Natalia, encarna el modelo de mujer que se somete a las expectativas matrimoniales sin aspiraciones personales más allá del rol tradicional.
Temas centrales
El papel de la mujer en la sociedad
La novela examina las limitaciones impuestas a las mujeres en la España de los años 50, donde el matrimonio y las labores domésticas eran considerados los únicos destinos aceptables. A través de personajes como Natalia y Elvira, se evidencia el conflicto entre el deseo de autonomía y las restricciones sociales.
La opresión social y la búsqueda de identidad
Los personajes enfrentan una sociedad que reprime la individualidad y desalienta cualquier forma de disidencia. La llegada de Pablo Klein actúa como un espejo que refleja las incongruencias del entorno y motiva a algunos personajes a buscar su verdadera identidad.
La hipocresía y el conformismo
La narrativa expone la hipocresía de una sociedad que valora las apariencias por encima de la autenticidad. Las conversaciones triviales y las relaciones superficiales entre los personajes subrayan la falta de comunicación genuina y el conformismo imperante.
El simbolismo de los visillos
El título de la novela, Entre visillos, alude a las cortinas ligeras que permiten ver sin ser visto, simbolizando la vida de las mujeres que observan el mundo desde la reclusión del hogar, sin participar activamente en él. Este elemento metafórico refuerza la idea de una existencia limitada y controlada por normas externas.
Estructura y técnica narrativa
La obra se divide en 18 capítulos, estructurados en dos partes que abarcan desde el inicio del curso escolar hasta la llegada de la Navidad. Martín Gaite emplea una narración en tercera persona combinada con monólogos interiores y entradas de diario, lo que permite una exploración profunda de los pensamientos y emociones de los personajes.
La alternancia de perspectivas y el uso de un lenguaje coloquial contribuyen a crear una atmósfera realista y cercana, que refleja con fidelidad la vida en una ciudad de provincias durante la posguerra española.
Impacto y legado
Entre visillos es considerada una de las obras más representativas del realismo social en la literatura española. Su enfoque en la vida cotidiana de las mujeres y su crítica a las estructuras sociales opresivas la convierten en una novela pionera en la exploración de la condición femenina en un contexto conservador.
La obra ha sido objeto de numerosos estudios académicos y sigue siendo relevante en la actualidad por su capacidad para retratar las tensiones entre el individuo y la sociedad, así como por su estilo narrativo innovador y su profundidad psicológica.



